En el cementerio,
en un vestido floreado como un jardín inglés,
fingí torcerme el tobillo
para hacer que el joven cuidador viviera.
Nos mostró el terreno,
nos llevó en el suave sol alrededor de las cruces
y los ángeles aleteando por la atención.
Debe haber sido mi vestido,
diáfano y encantador, debo decir.
Mi marido (muerto hace mucho tiempo, pero todavía meando),
muy interesado en el cementerio judío
al otro lado del bulevar corriendo,
no le prestó atenció al sol radiante
desde diferentes ángulos, y al calor aumentando
mientras yo paseaba.
O era un cielo tan azul y árboles gruñendo
más allá de los techos de las casas en el viento
cuando se fue para leer el hebreo,
y yo tirada y doliendo en una lápida,
y el joven o el hombre
pasó los dedos como lombrices por mi pierna,
subiendo con un poco de hierba rala verde
que juró me curaria.
In the cemetery,
in a flowery dress like an English garden,
I pretended to twist my ankle
to make the young caretaker live.
He showed us the grounds,
led us in the soft sun around crosses
and angels flapping for attention.
It must have been my dress,
diaphanous and lovely, I must say.
My husband (long dead but still pissing),
very interested in the Jewish cemetery
across the racing boulevard,
paid no attention to the sun beaming
from different angles, and to the heat rising
as I strolled.
O it was so blue sky and snarling trees
beyond the housetops in the wind
when he left to read the Hebrew,
and I sprawled on a tombstone hurting
and the young boy or man
ran his earthworm fingers up my leg
with some green scraggly herb
that he swore would cure me.
Translated from the Spanish into English by the author.